Durante mucho tiempo, la inclusión de las personas con discapacidad visual en el mundo de la alfabetización fue inexistente. La creación del código Braille en el siglo XIX ha logrado, en cierta medida, el acceso de quienes carecen de visión al mundo de la escritura y la lectura. Esta inclusión, igualmente, no deja de ser un desafío.
El colectivo de las personas en situación de discapacidad visual presenta la necesidad de ser incluido, de hacer uso pleno de los derechos y de lograr la autonomía. En este sentido, “el braille ha sido la herramienta fundamental para el acceso a la educación, al entretenimiento, al trabajo y al pleno desenvolvimiento en las actividades del día a día” (González Areán, 2022). Sin embargo, la mayoría de las personas sin discapacidad visual desconocen el funcionamiento del código. Esta situación atenta contra el propósito de inclusión ya que genera una distancia social entre aquellos que ven y aquellos que no.
Con el propósito de acortar esa distancia, en este taller nos proponemos abordar el funcionamiento y la utilización del código braille como herramienta para posibilitar el acceso a la información y favorecer el quehacer diario de las personas con discapacidad visual en los distintos espacios sociales y académicos.